
El acto de respirar es una de nuestras funciones corporales más importantes. Pero lo que mucha gente desconoce es que gran parte de las molestias físicas y trastornos mentales que sufre el ser humano son causados por no aprovechar la respiración profunda.
La relevancia de la respiración profunda en el cuerpo humano
El oxígeno es el elemento más importante de la sangre, la que alimenta células, tejidos, nervios, glándulas y órganos. Piel, huesos, dientes, cabellos y uñas dependen de la composición sanguínea.
En todas las actividades del organismo, sin olvidar la digestión ni el pensamiento creativo, es imprescindible la disponibilidad de oxígeno. Sólo como para dar una idea, se puede afirmar que unas cuantas respiraciones profundas hechas durante la mañana son más necesarias que el desayuno. Sin ir más lejos, el alimento no podría conseguir su meta de nutrir al cuerpo humano si no se convirtiera en sangre saludable y en tejido celular. Ese proceso no tendría lugar si no interviniera el oxígeno.
A tal punto es necesario el oxígeno para que el cuerpo cumpla este proceso con normalidad, que los nutrientes aportados por los alimentos sólo se aprovechan parcialmente cuando el suministro de oxígeno es inferior.
Una respiración defectuosa
La civilización moderna ha implantado en el ser humano el hábito de una respiración defectuosa. Ya se ha demostrado suficientemente que en el mundo civilizado sólo los niños más pequeños respiran de manera saludable.
Para que una persona sostenga una condición saludable necesita efectuar, como mínimo, sesenta respiraciones profundas al día. Un gran abanico de dolencias, que van desde un simple resfriado hasta trastornos mentales, se asocian a un modo deficiente de respirar.
Las consecuencias más comúnmente vistas de una respiración defectuosa pueden ser: hombros caídos, pecho estrecho, palidez, visión defectuosa, mala memoria y fatiga mental, entre otras calamidades.
El cerebro, para su funcionamiento normal, requiere tres veces más oxígeno que el resto del cuerpo. Cuando comienza a llegarle una cantidad insuficiente, inmediatamente lo compensa quitándoselo a otras áreas corporales. A eso se debe que muchos intelectuales posean un cuerpo empobrecido, debilitado, con mala salud.
Famosos dietistas apoyan la teoría de que la respiración rítmica es el procedimiento más rápido para devolverle la energía a un cuerpo cansado. Y también afirma que la respiración profunda incide de mejor manera en nuestra salud que el mismo alimento.
Funciones no tan conocidas de la respiración
La respiración profunda, además de alimentar el cuerpo, también cumple funciones de limpieza y de ventilación que debieran considerarse imprescindibles.
Y si se aborda el tema de limpieza y ventilación de nuestros organismos, necesariamente, debemos considerar el hábito de fumar y el cáncer como acción y consecuencia nocivas para la salud. Llegados a este punto, la práctica correcta de la respiración profunda, surge como una ayuda tan inesperada como oportuna.
Un hábito nocivo
Comencemos por refrescar la memoria con algunos de los trastornos a la salud que provoca el hábito de fumar: el humo irrita las mucosas de la boca, la nariz y la garganta, magnifica la ronquera, provoca tos, bronquitis crónica, enfermedades de las amígdalas, entorpece la digestión normal, provoca la contracción de los conductos sanguíneos, aumenta la tensión de la sangre y daña al corazón. Además, se prohíbe fumar durante el cursado de úlceras estomacales y duodenales y ante varios tipos de enfermedades cardíacas.
Desde siempre, el hábito de fumar se ha asociado con una mayor probabilidad de contraer cáncer. No son pocos los especialistas que remarcan una proporción directa: mientras la persona más fuma más riesgo asume de padecer cáncer de laringe, de faringe, de esófago, de la cavidad bucal, de pulmón.
Lo que también se sabe es que la difusión de las peores consecuencias para la salud (descriptas “al detalle”) que acarrea el hábito de fumar no es suficiente para convencer al fumador que debe dejar de serlo. Otro dato que el fumador debiera conocer, pero que tampoco lo persuadirá de abandonar el cigarrillo: Por culpa de cada cigarrillo fumado en el organismo se neutralizan 25 miligramos de vitamina C.
Lo que sí podríamos hacer por quienes fuman sería recomendarles la práctica inmediata de los ejercicios de la respiración profunda, repetidos varias veces al día.
La respiración profunda no es lo que se cree
Pero debe aclararse que la respiración que propone el Yoga no es, precisamente como se cree que es. No se trata de aspirar con fuerza y luego soltar todo el aire. Es, en cambio, una manera especial de inspirar profundamente. Tiene la característica de llenar completamente los pulmones y de vaciarlos por completo. Se llama “respiración profunda rítmica” cuando se lleva a cabo al ritmo del pulso de nuestras propias venas. Este procedimiento único de respirar complementa a todas las posturas de Yoga. También es posible practicar esta respiración por separado.
Mario Daniel Casas