
Hoy, las consignas de escritura creativa proponen comenzar por la frase que impulsa el desarrollo de un texto.
La frase que pone en marcha un texto
Una palabra provoca la presencia de otras. Luego las palabras se complementan entre sí para formar una frase. El siguiente paso lógico para redactar un texto es crear una serie de párrafos. Pero depende de la organización de las palabras en cada frase y de la relación que establezca el escritor entre los párrafos, la potencia, la eficacia y el estilo que aflore del texto logrado.
Un dato importante que invariablemente caracteriza el acto creativo de la escritura: no cualquier frase echa a andar un texto o lo hace avanzar.
Para que una frase active la imaginación del lector debe reunir determinadas condiciones.
¿Cómo se elige la frase?
Las distintas ubicaciones que una frase puede ocupar en un texto le confieren diferentes obligaciones. Por ejemplo, si se trata de la frase inicial es necesario que “enganche” al lector apelando al misterio, a la ambigüedad, a la curiosidad, al absurdo. Cualquier artilugio que impulse al lector a seguir leyendo se cuenta como válido.
Aprecia la diferencia entre las siguientes frases:
“Esa mañana nevaba, los autos circulaban con cadenas y las personas lucían gruesos abrigos”
“Le quedaba una botella de fernet, una botella de cola y dos salamines de Oncativo. No encontraba agua a su alrededor.”
La primera frase no le genera al lector prácticamente nada; parece extraída de un recuerdo climatológico. Pero la otra frase le induce interrogantes al lector, tales como “¿El protagonista era cordobés? ¿Estaba perdido en las sierras?” En el género cuento, por ejemplo, se exige que el escritor provoque la curiosidad del lector desde el principio.
Esto se logra así:
1 Cuando se conoce alguna información
2 Cuando se ignora otra.
Las consignas de escritura creativa también afirman: la información incompleta provoca la conjetura y la conjetura motoriza el avance del texto.
3 Ahora bien, si lo que se pretende es motivar al lector a través del absurdo al escritor se le presentan dos alternativas:
Una es utilizar en la frase inicial una palabra inventada sin ofrecer ninguna explicación sobre su supuesto significado, como puede leerse en el ejemplo a continuación:
“Se encontró con un tuberculoscopio”
La otra posibilidad es la de incluir en la primera frase una acción imposible en la vida real. El siguiente ejemplo lo muestra:
“Cuando abría la boca lanzaba letras sanguinolentas contra todo papel que se encontrara en las inmediaciones.”
Vale remarcar que ninguna frase inicial debe extenderse en explicaciones o en descripciones porque anularía el deseo de seguir leyendo.
Desarmar textos
Otra de las valiosas consignas de escritura creativa es colectar palabras de diferentes textos y generar un nuevo contenido. Una variante importante de este método consiste en desmontar completamente un relato determinado y reutilizar esas palabras para realizar una nueva redacción propia.
Tú mejor aplicación de este ejercicio consistiría en utilizar textos de temática técnica. El prospecto de un medicamento también puede resultarte de utilidad.
Derivando frases
Si anteriormente derivaste palabras partiendo de palabras ahora derivarás frases basándote en frases. Esto es algo que puedes realizar de diversas maneras:
Una alternativa: Combinar palabras que provengan de varias frases tratando de no incluir palabras ajenas a las frases elegidas.
Las frases seleccionadas son estas:
A: La mujeres acarreaban la miel.
B: Angélica espantaba cuidadosamente las abejas.
C: En el hotel todos dormían menos él.
Las combinaciones resultantes podrían ser estas: 1 Ella espantaba cuidadosamente las mujeres mientras angélica acarreaba miel para el hotel
2 En el hotel todos dormían, él acarreaba miel y después espantaba las abejas a Angélica.
3 Angélica y él dormían.
4 Las mujeres se dedicaban a espantar las abejas.
5 Las abejas acarreaban mujeres.
6 Angélica espantaba a todas menos a él.
7 La miel dormía en el hotel.
Advertimos que se obtienen diversas atmósferas en las combinaciones anteriores:
En los resultados 1, 2 y 3 las atmósferas creadas son verosímiles.
4 y 5: se consigue una atmósfera fantástica.
6: la atmósfera obtenida es de índole amoroso.
7: la atmósfera lograda podría ser apta para un cuento infantil.
Otra variante
Ahora trabajaremos en una oración por analogía, oposición, aumento, disminución, causa y efecto
Utilizaremos esta oración: El hombre salió temprano.
Y las transformaciones obtenidas podrían ser:
1 Por analogía: El señor partió temprano.
2 Por lo diferente o por lo opuesto: El niño regresó a la noche.
3 Por aumento o extensión de la frase: El hombre salió por la mañana, dispuesto a explicárselo todo.
4 Por disminución o abreviando la frase: El hombre salió.
5 Por incluir una causa: El hombre salió por la mañana porque debía contarle la verdad.
6 Por buscar un efecto: El hombre salió por la mañana y volvió pronto pues, al contarle la verdad, el otro lo echó.
La enumeración desordenada
Se agrupan palabras de diferentes clases y niveles. Un ejemplo de este tenor lo brinda Oliveira, el protagonista de Rayuela: “Y así el deber, lo moral, lo inmoral y lo amoral, la justicia, la caridad, lo europeo y lo americano, el día y la noche, las esposas, las novias y las amigas, el ejército y la banca, la bandera y el oro yanqui o moscovita, el arte abstracto y la batalla de Caseros pasaban a ser como dientes o pelos, algo aceptado y fatalmente incorporado…”
Como ejercicio temático te propongo que obtengas frases aisladas de tus libros favoritos y que trabajes con ellas combinándolas o transformándolas.
Realizando una copia lícita
Puedes copiar la estructura de varias frases de un autor, pero no su contenido. Se trata de uno de los métodos para escribir más motivadores.
Practica con la siguiente frase de Charles Baudelaire:
Samuel la había conocido en los alrededores de Lyon, cuando era joven, juguetona, vivaz y más delgada.
Ahora puedes imitar la estructura de una manera precisa o sólo aproximada. Para practicar la variante más exacta primero debes valorar la oración de este modo:
Samuel: nombre propio
la había conocido: acción
en: preposición
los: artículo
alrededores: adverbio
de: preposición
Lyon: nombre propio
cuando: adverbio
era: verbo
joven: adjetivo
juguetona: adjetivo
vivaz: adjetivo
y: conjunción
más: adverbio
delgada: adjetivo
La imitación resultante
A – Juanita lo insultó dentro de la estación del metro, mientras estaba amargada, ansiosa, violenta y nada tímida.
B – Raúl murió en un anochecer de París en el que se lo escuchó asustado, solitario y bastante maloliente.
La variante menos precisa podría arrojarte el siguiente resultado:
C – Un hombre la llamó repetidas veces desde el centro del parque, cuando ella parecía desconectada, indiferente y encerrada en sí misma. En la tercera oración puedes notar la utilización de palabras que no estaban presentes en la oración inicial: repetidas veces, ella, en sí misma.
No te pierdas el próximo posteo de las consignas de escritura creativa.
Mario Daniel Casas