Mario Daniel Casas

El sexo según el yoga


EL SEXO

Una creencia equivocada con respecto al Yoga es que la práctica de esta disciplina implica la abstención del sexo.

Derribando un mito

Pero es menester dejar en claro que el Yoga no es opuesto al sexo. Al contrario, el sistema de los yogis se ocupa del tema más concienzudamente que cualquier ciencia. Asimismo, abarca sus aspectos espiritual, emocional, mental y físico.

Los antiguos yogis descubrieron que las energías que intervienen en el sexo se relacionan completamente con una energía eléctrica particular de nuestro organismo. La llamaron Kundalini. Y se trata de una energía singular que nuestro cuerpo no utiliza, pero que el Yoga consigue activar mediante determinadas prácticas. Sin embargo, es imprescindible aclarar que el despertar del Kundalini libera fuerzas tan poderosas que puede deparar resultados devastadores. El estudiante debe contar con una formación en el Yoga, previa y suficiente, en los planos espiritual y físico.

El sexo: Transmutación

El Yoga, mediante ciertos procedimientos, dirige las energías sexuales de manera psíquica y las transforma en energías superiores. Por esta razón, el yogi se ocupa de mantener y de acrecentar su energía sexual. Pero la transmutación es de suma importancia. Porque la ausencia de ésta, sumada una mala utilización de las energías sexuales, suele producir desórdenes en lo emocional y en la mente de la persona.

Represión sexual

Como se sabe, la represión sexual deriva en sadismo, masoquismo, crueldad sin límites, entre otras desviaciones. Los casos más aberrantes, quizás, de crueldad derivada de la represión sexual, tuvieron lugar en los campos de concentración alemanes. En éstos, un grupo de mujeres que cumplían diversas funciones castigaban sin piedad a los prisioneros buscando obtener placer sexual al hacerlo.

Normas de higiene sexual para los casados

Limpiar prolijamente el cuerpo y la mente

El cuerpo debe mantenerse limpio por dentro y por fuera. En este sentido, el estreñimiento se considera como algo impuro, por decirlo elegantemente. También recibe ese calificativo el tener relaciones con la mujer durante su menstruación. Además, el estado mental debe ser limpio al tratar los temas del sexo.

Educación sexual

Los niños reciben una educación sexual sana y detallada, al igual que los preadolescentes y los adolescentes. Se les enseña a considerar al sexo como un don divino.

El maestro espiritual le impone el celibato a su alumno solamente durante el periodo de instrucción. Pero el alumno se puede casar una vez que la concluye. En tal caso, se convierte en “yogi casado”. Por el contrario, si el yogi opta por mantenerse soltero ya ha aprendido a encauzar sus energías sexuales y a transmutarlas. El yogi, cualquiera que sea su elección, aumenta su energía sexual con la práctica de las asanas específicas.

Problemas sexuales

Los problemas sexuales forman parte de la realidad de muchas personas, aunque no lo reconozcan. Para ellos, el Yoga brinda un gran servicio. Frigidez e impotencia encabezan esa lista de dolencias. En cuanto a las causas que las provocan se encuentran, generalmente, la falta de armonía en las relaciones de pareja y el desconocimiento del arte de amar. Otro origen de la falta de apetito sexual puede hallarse en la realización de una actividad física desgastante que no se acompaña con el consumo de alimentos o de bebidas estimulantes.

Ejercicio de transmutación

Los sistemas que ofrece el Yoga para transmutar las energías sexuales sin eliminar el deseo sexual son muchos. Pero necesitan de forma ineludible que el maestro lo enseñe personalmente a su discípulo. Sin embargo, existe un ejercicio, simple pero eficaz, que cualquier persona puede practicar sin afrontar ningún peligro.

Para comenzar, debes relajarte profundamente. Para ello, siéntete libre de seguir las indicaciones que describo en el artículo sobre Relajación.

Seguidamente, siéntate manteniendo la espalda recta. Mientras tanto, tu cuello y cabeza se mantienen muy relajados. Y realizas el ejercicio de respiración rítmica profunda seis veces.

A continuación, cierra los ojos y visualiza que una colosal fuerza de vida trabaja dentro de ti y a tu alrededor. Y sostienes ese pensamiento sin permitir que se transforme en otro.

Durante la segunda parte de la práctica realiza nuevamente las repeticiones de la respiración, pero añade las siguientes variantes: Al ingresar aire en tus pulmones imagina que impulsas energía sexual hacia arriba desde tu centro, como si fuera una máquina la que lo hace. En cambio, cuando sueltas el aire, diriges la energía sexual hacia tu cerebro y la mantienes en tu cabeza.

Lo que sigue es que repitas las dos etapas durante algunos minutos, mientras conservas el ritmo de la respiración.

Importante

Si te sientes mareado al ejecutar el ejercicio suspéndelo de inmediato y no lo vuelvas a practicar hasta que pasen, al menos, cuatro horas.

Practicar la respiración profunda como es debido es de suma importancia para alcanzar el éxito del ejercicio.

Esta práctica beneficia tanto a hombres como a mujeres.

El mejor momento para realizarla se presenta cuando se siente la llamada del sexo.

¿Se puede combinar este ejercicio con otros aportes?

La realización conjunta del ejercicio, sumado a las posturas del Yoga y a las respiraciones se puede acompañar con dieta y con la eliminación de toda bebida o alimento estimulante. También te sugiero tomarte un baño caliente antes de acostarte para calmar un deseo sexual que no has satisfecho.

El sexo: Consecuencias de su ignorancia

La ignorancia en asuntos sexuales es la causante de la frigidez de muchas mujeres y de la impotencia de una gran cantidad de hombres.

Debo decir que el Yoga no pone el acento en este problema porque es prácticamente inexistente en la India, la cuna de la disciplina. Los indios, debe decirse, están educados para convertirse en esposos que harán felices a sus esposas y las mantendrán satisfechas.

El origen mental es también común a incontables casos de frigidez y de impotencia. Una experiencia repulsiva con relación al sexo es suficiente para desencadenar este tipo de problemas. Ante éstos, se impone la paciencia y la comprensión a la hora de tratarlos.

También ayuda el desahogo que facilitan la meditación, una confesión o una charla confidencial y oportuna. Asimismo, con la práctica cotidiana del método de relajación que ofrece el yoga se superan el estrés, el temor y la ansiedad.

El Yoga aumenta la energía sexual en el hombre y en la mujer

La mujer también puede mejorar su lívido con los mismos ejercicios que los yogis crearon para recomponer la virilidad de los hombres. Porque ellos, en su búsqueda de ampliar sus poderes psíquicos, descubrieron ciertas posturas y ejercicios que colaboraban con la preservación de las energías creadoras, independientemente de la edad. Y lo mejor de todo es que casi todos esos ejercicios son aptos, prácticamente, para todos.

Posturas de Yoga

La postura que más influye en la actividad de las glándulas sexuales y en la mente del hombre es la de “parada de cabeza”. Esta posición estimula el funcionamiento de la pituitaria. A su vez, ésta normaliza la actividad de las glándulas sexuales. Además, la postura también incide sobre la glándula tiroides, la cual desempeña un papel de suma importancia en relación con las funciones de naturaleza sexual.

En otras palabras, todas las asanas que involucran a la pituitaria y a la tiroides son útiles para mejorar la función de las glándulas sexuales.

Otras posturas que sirven como complemento de la mencionada son la de “erección de hombros” y la postura “pelviana supina”. Tales asanas están destinadas a rejuvenecer todo el organismo.

Ashvini Mudra

Se trata de un ejercicio que consiste en contraer y relajar alternativamente el esfínter del ano. Para ejecutarlo se procede así: La persona debe adoptar una postura cómoda. En primer lugar, llenará de aire sus pulmones. Luego, cuando deba soltar el aire, contraerá los músculos del ano y retendrá el aire por un momento, al igual que la contracción. Después, dejará escapar el aliento lentamente, relajando los músculos. Finalmente, si la persona repite el ejercicio cierto número de veces, producirá igual número de contracciones. La mismas, masajearán, tonificarán sus órganos sexuales y dirigirán hacia ellos una considerable corriente sanguínea.

El Mudra debe practicarse durante 30 segundos, al principio, e ir aumentando su duración de manera gradual, hasta alcanzar varios minutos.

Código de amor de los hindúes

Podría entenderse que los hindúes desarrollaron un código de amor que se afirma en su religión. Si bien encuentran en aquella las normas adecuadas para la conducta sexual, también le confieren centralidad a los aspectos morales y espirituales de la sexualidad.

Para ellos, la manifestación física del amor por medio del sexo constituye un rito sagrado. Por lo tanto, consideran que el sexo no es solamente un hecho fisiológico.

Desde la óptica hindú no se comprende por qué motivo la civilización occidental no ha contemplado la necesidad de impartir la educación debida sobre la actividad sexual.

Nietzsche culpa a la iglesia de haber empujado al tema de la sexualidad casi hasta el límite con lo proscrito: “La cristiandad dio a beber veneno a Eros, el dios del Amor. Es verdad que no murió por eso, pero degeneró y se convirtió en vicio”.

En cambio, para los hindúes, el tema del sexo se encuentra en los altares de los templos. Y también es adorado, porque representa, de modo simbólico, la unión entre el hombre y lo divino.

La necesidad de contar con una educación sexual

En occidente no existe una educación sexual sana que comience desde la niñez. Para un niño no tiene misterio el nacimiento de un ave o de un perrito ¿Por qué sus padres le responden que las cigüeñas traen a los bebés? Siempre será preferible que la criatura reciba alguna información sincera, en el marco familiar, a que escuche un comentario malintencionado en la calle y lo tome por válido, sólo porque sabe que sus padres le retacean la verdad.

El hogar, la escuela y la iglesia, en ese orden, deberían ser los escalones de aprendizaje sobre tan importante tema.

Cuando el sexo se desvirtúa

La persona evade cuanto aspecto negativo tiene la vida con el amor y con la práctica del sexo. Pero cuando no le satisface lo que encuentra pone su GPS a recalcular. Entonces, adopta otra vía de escape. Y, por lo general, tiene una gran variedad de donde escoger: trabajo, distracciones, tabaquismo, alcoholismo, juego, consumo de estupefacientes, generación de una conducta sexual superficial, etc.

Considerando tal superficialidad, los estímulos que reciba el hombre deberán ser constantes. Como resultado de este sexo deformado y de la transformación del mismo en una mera mercancía, no es extraño encontrar en una gomería, por ejemplo, un poster de gran tamaño que exhibe a una mujer voluptuosa, en traje de baño, promocionando una marca de neumáticos.

Habiéndose liberado el sexo de sus antiguas ataduras morales el instinto más natural del hombre perdió límites, lo cual es amenazador.

Sexo banal

Hoy en día, el sexo se banaliza. Hoy el ser humano cumple una función fisiológica para satisfacer la libido, lo cual no muestra demasiada diferencia con el apareamiento del reino animal.

El yogi verdadero se halla en el extremo opuesto a la realidad mencionada. Porque logra transmutar el sexo hacia el plano espiritual. Y la intensidad de su experiencia está por encima de los placeres mundanos.

Sin embargo, para el ser humano común, cuya intención no es la de convertirse en yogi, el sexo sigue siendo una fuerza que lo domina. Aun así, los ejercicios del Yoga le son útiles para transmutar sus energías sexuales y para obtener una expresión más embriagadora de las mismas.

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Mario Daniel Casas