
Las enfermedades del aparato digestivo producen síntomas variados.
Las enfermedades de úlcera de estómago o del duodeno
Esta enfermedad tiene lugar cuando ocurre una pérdida de sustancia en la mucosa y en las capas más profundas del duodeno o del estómago, que se desarrolla de manera crónica y con la modalidad de brotes que se manifiestan en primavera y en otoño. Se desconoce cuáles son las causas. Lo que sí se sabe es que hay una serie de factores que podrían influir en mayor o menor medida: el aspecto emocional del paciente; malos hábitos en la dieta; alteraciones de orden psicológico, gastritis en procesos repetidos, un mayor grado de acidez del estómago acompañado de una menor resistencia de la mucosa gástrica; una dieta que incluye malos hábitos; abuso de alcohol y de tabaco.
El tamaño de la úlcera puede variar entre uno y dos centímetros de diámetro y aparecer casi en cualquier lugar del sistema digestivo, aunque es más común advertirla en el píloro y en el duodeno.
¿Qué siente la persona que padece de úlcera? Sufre dolores en el epigastrio, lo que le ocurre entre una y tres horas después de haber comido. Pero esos dolores no son permanentes. Suelen calmarse con vómitos de alimentos o de jugos digestivos. Otros síntomas que suelen presentarse son: pesadez en el estómago tras las comidas; distensión abdominal; sensación de ardor en el estómago; presencia de sangre en la boca que proviene del estómago o en la materia fecal, confiriéndole un tono negruzco. El apetito no se modifica. Sin embargo, la persona tiene miedo de comer a causa del dolor que sentirá después de hacerlo.
Cáncer de estómago
Este tipo de cáncer es una de las enfermedades más frecuentes en el hombre. En las mujeres, en cambio, prevalecen el cáncer de útero y el de mama.
El comienzo de la patología es lento pero progresivo. El paciente sufre una molestia permanente en el epigastrio, la que aumenta después de las comidas, que no cede con la ingesta de alimentos ni de antiácidos. Además, se le presenta falta de apetito, anemia, pérdida de peso, náuseas, vómitos y estreñimiento. También es frecuente la aparición de sangre en el vómito y en las heces, lo que se pone en evidencia con el completo oscurecimiento de las mismas. Las metástasis suelen presentarse con mayor asiduidad en el hígado, el peritoneo y los ovarios.
Una simple úlcera o llaga en el estómago deben ser objeto de estrecha vigilancia médica debido al peligro de que se conviertan en cáncer.
Duodenitis
Cuando la mucosa del duodeno se inflama se habla de duodenitis. Estas enfermedades, por lo general, ocurren a consecuencia de procesos en zonas adyacentes: colecistitis, apendicitis, úlceras del duodeno, divertículos del duodeno, parasitosis, etc. Los síntomas que expresa son parecidos a los de la úlcera duodenal, o sea dolor en el epigastrio horas después de la ingesta de alimentos que se pueden mitigar comiendo o con antiácidos; sensación de pesadez y de ardor en el epigastrio. Pero la diferencia que presenta este cuadro es la completa ausencia de sangrado por la boca o por el ano.
Divertículos del duodeno
Se trata de pequeñas protuberancias que surgen desde la pared interna del duodeno, por lo general, en su segunda porción. El origen de los mismos puede ser congénito o deberse a determinados procesos cercanos como, por ejemplo, úlceras de duodeno.
Si los divertículos no están inflamados no producen molestias. Pero si lo están, provocarán secuencias de dolor en el epigastrio que serán de larga duración. A veces, le producirán vómitos y diarreas frecuentes. Y habrá presencia de sangre a través de la boca y en la materia fecal.
Estenosis del duodeno
Es un grupo de enfermedades que manifiestan cuatro tipos de estrechamientos del duodeno según las causas que los originen:
Estenosis por espasmos duodenales:
Es poco relevante debido a su escasa duración.
Estenosis por visceroptosis abdominal:
Se debe a que los órganos abdominales han descendido por debajo de su límite normal. En tal circunstancia se produce una compresión mecánica sobre el duodeno.
Estenosis por compresión de vecindad:
En este caso, el duodeno fue desplazado con compresión o aplastamiento debido a la inflamación de los órganos cercanos (páncreas, hígado, vesícula biliar) que tuvo lugar a consecuencia de quiste hidatídico del hígado, cáncer del páncreas, tumores del riñón derecho, etc.
Estenosis por periduodenitis:
La presencia de adherencias alrededor del duodeno, al inflamarse, pueden provocar estenosis.
La estenosis duodenal se manifiesta por dolor en el epigastrio, náuseas, vómitos frecuentes que alivian las molestias, dolores de cabeza repetidos y alternancia de diarrea y estreñimiento.
Hematemesis
Se denomina hematemesis a la salida de sangre por la boca, la cual se debe a lesiones del aparato digestivo.
Diferenciar:
No se debe confundir la hematemesis con la hemoptisis. Esta última también es salida de sangre por la boca, pero se origina por lesiones del aparato respiratorio.
La hematemesis tiene estas particularidades:
La persona sufre náuseas, vahídos y posteriormente tiene vómitos con presencia de sangre.
En los vómitos aparece sangre mezclada con el contenido del estómago.
El color de la sangre expulsada es roja oscura o negra, coagulada.
Suele ocurrir una salida de sangre previa por el recto que le confiere un color negruzco a la materia fecal.
Las causas:
La sangre pude provenir de lesiones en el estómago o encontrarse allí debido a que la persona la tragó.
Si la sangre fue tragada pudo deberse a cuatro diferentes motivos:
1 Epistaxis: la sangre proviene de la nariz.
2 La sangre proviene del esófago a causa de procesos tales como escorbuto, afecciones de las encías o de las amígdalas, lesiones en los dientes, piorrea, etc.
3 La sangre proviene y emana del esófago por los siguientes procesos: divertículos del esófago, úlcera péptica del esófago, úlcera por traumatismos o quemaduras en el esófago, cáncer, ruptura de un aneurisma de la aorta, rompimiento de várices esofágicas, entre otras.
4 Hemoptisis: La sangre presente proviene de lesiones en el aparato respiratorio.
Pero si la sangre emana desde el estómago puede deberse a estas afecciones:
1 Estómago y duodeno: gastritis agudas o crónicas o tóxicas, úlceras del duodeno y del estómago, sífilis del estómago o cáncer, hernia diafragmática, etc.
2 Hígado y vías biliares: cirrosis atrófica, cirrosis hipertróficas, sífilis del hígado, cáncer, colecistitis, síndrome bantiniano, etc.
3 Afecciones de la sangre: púrpura, hemofilia, anemia perniciosa, leucemias, etc.
4 Infecciones: cólera, tifus, fiebre amarilla, etc.
5 Afecciones que se acompañen de hipertensión arterial: arterioesclerosis, hipertensión esencial, uremia, esclerosis renal, etc.
Hiperclorhidria
El estómago produce ácido clorhídrico a través de glándulas. Su producción en cantidad excesiva se llama hiperclorhidria.
La puesta en marcha de la fabricación del ácido ocurre de dos maneras diferentes: por el mecanismo nervioso o por el hormonal.
Cuando la producción sigue el mecanismo nervioso, un estímulo parte del cerebro, se conduce por los nervios vagos y llega a las glándulas del estómago que producen el ácido clorhídrico. Sin embargo, suele ocurrir que el cerebro emite estímulos exagerados, los que tienen lugar durante emociones fuertes, cuando la persona sufre pánico o mientras atraviesa grandes preocupaciones. Y la consecuencia de tales circunstancias es la producción excesiva de ácido, llamada hiperclorhidria.
En cuanto al mecanismo hormonal para la creación del ácido éste se activa por el estímulo inducido en la mucosa de la porción final del estómago por el simple contacto con los alimentos. Primero se produce una sustancia denominada gastrina que se transporta por sangre para estimular a las glándulas que fabrican el ácido. Valiéndose de este mecanismo también suele presentarse la hiperclorhidria en determinadas circunstancias.
La hiperclorhidria se evidencia con la aparición de ardor en la zona de la boca del estómago, el que cede ante la ingesta de alimentos o de algún alcalino que neutralice el exceso de ácido. La hiperclorhidria exige un tratamiento médico adecuado porque su desatención permite que la acción corrosiva del ácido origine una úlcera en el estómago.
Mario Daniel Casas