
Las variedades de enteritis se presentan en la poción llamada «intestino delgado». El sufijo «itis» es un indicativo de inflamación.
Enteritis
Enteritis aguda
Es la inflamación en grado agudo de la pared mucosa del intestino delgado. Suele presentarse de manera conjunta con gastritis y colitis. Su origen puede ser la consecuencia del consumo excesivo de alcohol, alergia a determinados medicamentos o bebidas, intoxicaciones por el consumo de conservas esterilizadas deficientemente.
La enteritis aguda también suele manifestarse cuando ocurren diversas infecciones, como la fiebre tifoidea, el cólera, la disentería bacilar, etc.
Los síntomas se presentan de pronto y son: falta de apetito, náuseas y vómitos, diarrea con mal olor, calambres en el abdomen, fiebre y cansancio excesivo. Dichos síntomas tienen una intensidad que guarda relación con la causa generadora de la enteritis.
Enteritis crónica
Se trata de la inflamación crónica de la pared mucosa del intestino delgado. Sus orígenes más comunes se hallan en la alergia alimenticia, el alcoholismo, dietas contraproducentes y en personas altamente emotivas y sensibles.
Los síntomas característicos son falta de apetito, náuseas después de las comidas, lengua sucia, dolor abdominal leve y diarrea que puede alternarse con fases de estreñimiento. En ocasiones, también suelen manifestarse trastornos hepáticos funcionales de escasa magnitud.
Enteritis regional
También se la conoce como “Enfermedad de Cronh”. Es una dolencia granulomatosa e inflamatoria inespecífica, que suele afectar la parte inferior del íleon conjuntamente con otras partes del intestino. Se desconoce su origen.
Su grado de cronicidad determina sus manifestaciones. En la parte aguda del proceso los síntomas se parecen a los de la apendicitis aguda. Pero en su fase crónica se presentan dolores intensos en el intestino y diarreas acompañadas por moco, pus y, en ocasiones, con sangre. Además, se detecta febrícula y el paciente manifiesta decaimiento y falta de apetito.
Mario Daniel Casas