
El esófago es un tubo conformado por una membrana con cualidades musculares que mide unos 25cm.
Es un conducto que se utiliza como transporte
El esófago permite que los alimentos se dirijan desde la faringe hasta el estómago. Recorre el cuello, el tórax, el diafragma y la parte alta del abdomen, desembocando en el agujero de entrada al estómago, denominado cardias. Por detrás del esófago se halla la columna vertebral. Adelante del mismo se ubica la tráquea, en la zona del cuello. Y a sus lados está la glándula tiroides.
Cómo funciona el esófago
En el interior del tubo ocurre el tercer tiempo de la deglución, circunstancia en la que el bolo alimenticio se traslada desde la faringe hasta el estómago. Y esto sucede gracias a las contracciones y relajaciones que se producen en el conducto de manera alternada. Al mismo tiempo, el cardias se dilata, lo que permite que el bolo alimenticio salga del esófago e ingrese al estómago.
Cuáles son las enfermedades del esófago
Esofagitis
La esofagitis es la inflamación aguda o crónica del tubo esofágico.
La esofagitis aguda se produce temporalmente, tras la ingesta de sustancias ácidas o irritantes o puede ser la consecuencia de ingerir bebidas calientes. Pero también puede presentarse de manera secundaria, como manifestación de procesos tales como escarlatina, tifoidea, etc.
Por otra parte, la esofagitis crónica permanece en el individuo por tiempo indefinido. Y esto ocurre porque la irritación que producen el alcoholismo y el tabaquismo en el esófago se perpetúa en sincronía con el consumo. Además, puede tratarse de un efecto secundario de la tuberculosis o de la sífilis, entre otras patologías.
Los síntomas que ponen en evidencia a la esofagitis son el dolor en la zona del cuello y del esternón que se agudiza al tragar. Y en ocasiones, suelen producirse vómitos que incluyen algo de sangre.
Ingesta de cuerpos extraños
Los cuerpos extraños atascados o sueltos en el interior del tubo esofágico provocan serios problemas. En cuanto a las causas que originan tales situaciones se cuentan: la imprudencia de los niños de llevarse objetos a la boca; los accidentes que llevan a tragarse espinas de pescado, huesos de pollo, y por acciones que se corresponden con episodios de histeria o con intentos de suicidio.
Los síntomas se relacionan directamente con el tamaño y con la naturaleza del objeto que la persona se tragó. Puede presentarse tos, sofocación, vómitos con o sin presencia de sangre, ahogo, etc.
Divertículos
Son distensiones puntuales del esófago que evolucionan hasta la formación de bolsas, las que tienen una abertura en forma de hendidura. Y según el mecanismo del que se valen para formarse se distinguen dos tipos de divertículos:
Por pulsión
Es el caso en que los alimentos entran en la bolsa o divertículo, distendiéndolo. A causa de este acontecimiento repetitivo, poco a poco, va apareciendo dificultad para tragar, se va intensificando la frecuencia de los vómitos y el paciente también debe afrontar su mal aliento.
Por tracción
Los divertículos por tracción se generan a partir de lesiones inflamatorias crónicas que ocurren cuando los ganglios cercanos al esófago se inflaman. Por consiguiente, los ganglios inflamados presionan la cara externa del esófago, ocasionando aplastamientos y deformaciones en su pared. Sin embargo, la patología, casi no arroja síntomas.
Megaesófago
Es un esófago cuya longitud es mayor que la normal. Además, se muestra excesivamente dilatado pero sano por dentro.
En cuanto a su sintomatología, la deglución de los alimentos se torna lenta y se acompaña con vómitos frecuentes, lo que conduce a una desnutrición progresiva del organismo. Además, la halitosis del paciente es persistente.
Espasmo en el esófago
El espasmo es una contractura pasajera o permanente de la pared del esófago. En consecuencia, la persona siente dolor y dificultad para la deglución de alimentos sólidos y líquidos.
El espasmo del esófago tiene cuatro causas:
1 Como consecuencia de otras afecciones del esófago, tales como cáncer o por la presencia de un cuerpo extraño.
2 A raíz de lesiones en una zona vecina, como la laringe o la faringe.
3 Ocasionado por intoxicaciones, con nicotina, por ejemplo.
4 Provocado por desequilibrios nerviosos del paciente, lo que suele suceder con mayor frecuencia.
Cáncer de esófago
Es la peor de las patologías que puede ocurrir en el conducto y una de las más frecuentes.
Cómo se desarrolla el cáncer
Se produce un engrosamiento progresivo en la cara interna del esófago que va reduciendo su calibre. Consecuentemente, el enfermo tiene cada vez más dificultades para la deglución de alimentos sólidos. Posteriormente, también tendrá problemas para ingerir líquidos. También será frecuente la regurgitación de lo ingerido y la tos. El paciente adelgazará. Sin embargo, no perderá el apetito. Tendrá mal aliento y dolor difuso, el cual, a veces, le nacerá desde la espalda.
Mario Daniel Casas