
Según el Hatha Yoga, un estado tóxico del cuerpo origina enfermedades.
El Hatha Yoga, la artritis y diversos tipos de reumatismos
Cuando el organismo esta´repleto de toxinas se debe a que la respiración no le provee el suficiente oxígeno, la alimentación que recibe es altamente productora de ácidos y, además, le falta ejercitación física.
Dieta y ejercicios de Yoga benefician enormemente a quienes padecen de artritis. Los ejercicios de la disciplina, denominados Asanas, ayudan al cuerpo a purificarse, es decir, que lo estimulan para se repare a sí mismo.
En lo referido a la artritis, determinados ejercicios activan la articulación afectada. Quienes inician su práctica, buscando un alivio para la enfermedad, en muchos casos deben soportar los dolores provocados por las asanas. Pero si estas personas no desisten de asistir a las clases y agregan quince minutos de práctica diaria en sus hogares, obtienen mejoras sustanciales en un plazo que oscila entre los seis meses y el año.
En ocasiones las personas se sienten peor a las pocas semanas pero esta situación no debe ser motivo de preocupación. Debes continuar con tu rutina de ejercicios porque aun así te llegará la mejoría. Y necesitas saber algo: si acompañas tus ejercitación con una dieta en la que excluyas la carne y la sal, obtendrás buenos resultados más rápidamente. La dieta mencionada te prohibirá, además, el consumo de pescado, huevos, arvejas, porotos, hongos, harina, azúcar blanca, café, té, cacao y chocolate.
Entonces ¿qué debes comer? Frutas, ensaladas, verduras, nueces, alimentos integrales, granos de soja, derivados de la leche, café de malta, agua con jugo de limón fresco (Por lo menos medio limón por vaso de agua)
La conveniencia del ayuno
Para casos agudos de artritis, el Hatha Yoga recomienda hacer un ayuno de unos cuantos días, en los que sólo debe ingerirse agua con limón. Al final del mismo la alimentación debe retomarse gradualmente, comenzando con jugos de frutas y ensalada e incorporando, día tras día, el resto de los alimentos que indica la dieta que los médicos recomiendan para los artríticos.
Método de la ingesta de limones
Este sistema es ideal para los artríticos que no quieren ayunar ni adoptar una dieta estricta. El método de la ingesta de limones durante sesenta días es muy efectivo, pero no debe practicarse por los enfermos que sean alérgicos a grandes cantidades de limón.
Primer día: Ingerir el jugo de un limón antes del desayuno.
Segundo día: Ingerir el jugo de un limón antes del desayuno y hacer lo mismo antes del almuerzo.
Tercer día: A lo anterior se debe sumar una ingesta de limón antes de la cena.
En los siguientes días se agregará un limón por día hasta que se ingiera el jugo de treinta limones por día, los que quedarán distribuidos así: diez antes del desayuno, diez antes del almuerzo y diez antes de la cena. El día posterior se comenzará a disminuir el número de limones a razón de uno por día.
La bondad de este método se basa en la eficacia que tiene el jugo de limón para disolver formaciones de calcio que se acumulan y deambulan por el organismo y que luego afectan a las articulaciones.
Algo que debes tener en cuenta: proteger tu dentadura. Para esto, deberás lavarte los dientes cuidadosamente o ingerir el jugo de limón mediante un sorbete. Esta dieta a base de limones se recomienda especialmente a los artríticos que no pueden practicar las asanas recomendadas.
Asma y sus variantes
En diciembre de 1927 se publicó un artículo sobre un médico argentino que obtuvo resultados sorprendentes aplicando nociones de Hatha Yoga a su práctica.
Según la publicación, el doctor Ernesto Escudero, cirujano torácico, afirma que los yogis de la India, quienes suelen pararse de cabeza mientras meditan, obtienen resultados altamente satisfactorios en contra del asma. Y son tan buenos sus logros referidos a esta enfermedad que ninguno de ellos la padece.
El cirujano tenía un hijo asmático. Esta circunstancia lo impulsó a estudiar el tema a fondo. De tal manera, probó con tratamientos en altura, con vuelos en avión, con análisis para posibles alergias y todo otro abordaje de uso corriente en esos años. Debió descartarlos a todos al comprobar la baja o nula efectividad de los mismos.
De lo que sí estaba seguro, tras su extensa práctica profesional, era que en todas las intervenciones que había realizado a pacientes asmáticos, había detectado que en la parte superior del pulmón había una escasa cantidad de sangre. Entonces se preguntó si tal situación sería la causante del asma. Quizás, en contra de lo que se creía, no era que al paciente le faltaba el aire, sino que le sobraba, lo que provocaba que respirase de mala manera.
Aplicando la nueva teoría
El doctor Escudero, recordando la postura usual de los yogis de la India, aplicó su nueva teoría para el tratamiento de la dolencia en su propio hijo. Le indicó al pequeño que por las noches se acostara boca abajo. Durante el día, jugaba con su hijo a la carretilla humana, agarrando al niño por las piernas en alto, mientras avanzaba con las manos. También le indicó que durante algunos minutos de las mañanas se tendiera atravezado en la cama, de tal manera que su cabeza colgara en un costado y sólo se sostuviera apoyando sus brazos en el piso. Por último, instruyó a su hijo a que evitara la respiración prolongada y profunda y la sustituyera por una respiración compuesta por pequeñas inhalaciones y exhalaciones.
Siguiendo ese nuevo tratamiento, el pequeño mejoró rápidamente y pronto erradicó por completo todos los síntomas del asma.
Escudero trató a más de cuatrocientos pacientes asmáticos. No logró curar por completo a todos. Cuando los tejidos ya estaban destruidos no había posibilidad de cura. Pero los niños, sobre todo, se curaban rápidamente.
Otro aspecto positivo de este tratamiento en los niños es que lo receptan con agrado, como si se tratara de una nueva manera de jugar.
Otras posturas del Hatha Yoga
Desde el punto de vista de la disciplina milenaria, sus maestros afirman que no solamente la postura «parada de cabeza» cura el asma. Dicen que la «torsión», la postura del «pez», la «erección sobre los hombros»y la postura «pelviana supina» también ofrecen grandes beneficios. Y todas ellas presentan un bajo grado de dificultad para ser ejecutadas.
La finalidad de las asanas y de la respiración profunda del Yoga es poner en marcha a las fuerzas curativas naturales del organismo para que lo limpien de impurezas. Desde este punto de vista, para el Hatha Yoga no es esencial conocer la causa del asma. Tampoco importa demasiado si la razón de la enfermedad se diagnostica como la variante conocida como «fiebre del heno». Pero es necesario aclarar que el paciente no debe ejecutar los ejercicios de modo ocasional. La practica de los mismos debe tornarse rutinaria y no interrumpirse por el lapso de un año, aunque los síntomas hayan desaparecido por completo.
Mario Daniel Casas