Mario Daniel Casas

Parásitos intestinales Tercera parte


PARÁSITOS INTESTINALES

Determinados parásitos intestinales afectan particularmente a la infancia.

Parásitos intestinales Nemátodos

Son gusanos cilíndricos que no presentan segmentación. Tienen una gran incidencia en la niñez. Otra característica que los destaca es que pueden desarrollarse completamente en el niño. Se conocen 6 tipos de nemátodos:

Áscaris

Es muy frecuente detectar estos parásitos intestinales cilíndricos y de color rojizo en la infancia. Llegan a medir 20 o 30 centímetros de longitud, según sean machos o hembras. En lo referido a la forma de contagio ésta suele suceder por la ingesta directa de los huevos de áscaris, mediante agua no segura o de alimentos crudos que fueron regados con agua contaminada.

Una vez en el cuerpo humano los áscaris pueden invadir las vías biliares, el apéndice o el intestino. Y provocará un cuadro de apendicitis aguda u oclusión intestinal, según sea el lugar de anidamiento.

Oxiuros

Es un gusano cilíndrico de color blanco. El macho alcanza los 5 milímetros, en tanto que la hembra duplica su tamaño. También se trata de un parásito característico de la niñez.

La forma de contagio es igual a la que se da con los áscaris. Pero con los oxiuros también ocurre la autoinfestación, que se describe a continuación: El enfermo siente una intensa comezón alrededor del ano. Cuando se rasca sus uñas acumulan parásitos y los transportan hacia su propia boca o nariz o hacia los alimentos que tocan.

Además de la picazón alrededor del ano, los niños hacen diarreas, se vuelven irritables, sufren de insomnio, pierden el apetito y el peso.

Anquilostoma

Son parásitos intestinales cilíndricos que miden 1 centímetro de largo. Su color se torna rojizo tras absorber sangre.

Determinadas condiciones ambientales favorecen su contagio, como las que suelen darse, por ejemplo, en la construcción de túneles o en las minas. Las larvas penetran en el organismo a través de la piel. Forman colonia, por lo general, en el duodeno.

La parasitosis suele ocasionar lesiones en la piel, hemorragias intestinales y diarreas. Un consecuente análisis de sangre suele indicar anemia y eosinofilia.

Tricocéfalo

Este parásito de forma cilíndrica alcanza los 4 centímetros de largo. El contagio ocurre cuando sus huevos contaminan el agua de consumo humano o la que utiliza para regar la verdura que ingiere.

Triquina

Es un nemátodo que infecta al ser humano que ingiere carne de cerdo cruda o medio cruda. El parásito también utiliza frecuentemente como huésped a la rata. Los adultos anidan en el intestino. Sin embargo, las larvas se valen del flujo sanguíneo para llegar hasta los músculos. Se enquistan entre las fibras en forma de espiral. Pero no se abandonarán sus quistes ni se convertirán en adultos hasta que otro animal o el mismo hombre coma esa carne.

La enfermedad que el parásito provoca en el hombre recibe el nombre de Triquinosis.

Tres o cuatro días después de haber sido ingerii por el ser humano a éste le aparecen los primeros síntomas. Estos son: mareos, vómitos, cólicos en ocasiones de diarrea, fiebre, fatiga y rigidez muscular. Además, se le hincha la cara, especialmente los párpados, y surgen diminutas hemorragias en las conjuntivas de los ojos.

Durante la segunda semana se eleva la temperatura de la persona coincidiendo con la colonización de los músculos por la triquina. Esto suele acompañarse con dolores musculares muy fuertes e inflamación de los músculos comprometidos. También se verifica una presión sanguínea baja y profusa sudoración del enfermo.

Filaria

Es un parásito que habita en las zonas tropicales. Su cuerpo tiene el grosor de un cabello. Y aun así es capaz de generar una cuantiosa cantidad de larvas. Éstas se trasladan por los vasos linfáticos de diversas regiones del cuerpo humano: muslos, los genitales femeninos externos, el escroto, entre otras.

La enfermedad resultante, llamada Filiarosis, se contagia entre personas utilizando como vector a mosquitos tales como Anopheles, Culex, etc. Origina graves trastornos en el organismo debido a que obstruye e impide la circulación de la linfa, lo que genera un aumento de determinadas partes del cuerpo, sobre todo de las piernas y del escroto. Esa alteración corporal se denomina Elefantiasis.

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Mario Daniel Casas