Mario Daniel Casas

Relatos – 5


RELATOS

Consideremos las diferentes miradas o puntos de vista que las personas tienen sobre lo mismo. Imagina conmigo una situación común que ocurre en un tren, la cual motiva los siguientes relatos:

Miradas diferentes para escribir relatos

El hecho sucede sobre dos asientos enfrentados: En un asiento se ubican una pareja de jóvenes y una anciana. Ella y él se sonríen y se miran mutuamente, sin dejar de hacerlo. Nada más parece existir para ellos. De la anciana que está a la derecha de la pareja se advierte que no está dormida solo porque mantiene sus ojos abiertos. Pero su mirada parece concentrarse en sus propios pies, o simplemente no mira nada, porque sonríe, quizás recordando. Frente a los tres está un escritor, quien no se ha perdido detalle de ninguno de ellos, ni siquiera de un pasajero con nariz de payaso que descendió del transporte en una estación anterior. Además, su lapicera parece apuntar todo detalle. Pero no descarto que haya encontrado la inspiración para escribir un cuento breve.

Lenguaje, catarsis y texto literario

En determinados contextos, tanto la religión como el psicoanálisis curan con la palabra, siguiendo, cada cual, sus propias pautas. Otra característica en común de ambas ramas es la mantener una estrecha relación con el proceso creativo.

El desahogo o catarsis realizado de manera escrita es conveniente para la salud. Pero el texto obtenido debe ser considerado como una valiosa materia prima que aún debe procesarse adecuadamente para convertirse en un hecho estético.

El escritor es un chismoso

Se suele decir que el escritor debe dedicarse a escuchar chismes y anécdotas, para tener material que transmitir y para aprender de la vida. Como respuesta ante esta afirmación se encuentran dos grandes grupos de opiniones opuestas entre quienes aman escribir: Uno, sostiene que el silencio proporciona el marco ideal para emprender la creación. Pero el otro, defiende lo contrario: se debe provocar al interlocutor elegido para que cuente sus chismes o anécdotas.

Si decides adherir a la segunda posición te resultara conveniente que prepares previamente una serie de preguntas, para que obtengas, exactamente, el tipo de material que buscas.

Este ejercicio podría darte como resultado un par de anécdotas como estas:

Mi papá detuvo su auto ante un semáforo. Al advertir movimientos sospechosos, de dos hombres a bordo de una moto los filmó con su teléfono. Estos rompieron un vidrio de ventanilla de un auto cercano, arrebataron una cartera y huyeron. Él, de inmediato se bajó del auto y se ofreció como testigo de la víctima.

Cuando era niño solía correr calle abajo y dar un gran salto para imaginar que volaba. Pero un día aterricé sobre una paloma y ya no me pareció justo seguir volando.

Ahora se te presentan dos maneras de finalizar el ejercicio:

Una es usar los relatos tal cual como te los contaron. La otra forma es generar un cuento breve utilizando partes de los mismos:

Mi papá detuvo su auto.

Movimientos sospechosos.

Arrebataron una cartera y huyeron.

Solía correr calle abajo.

Imaginar que volaba.

No me pareció justo seguir volando.

La idea es que utilices palabras contenidas en los relatos que te motiven.

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Mario Daniel Casas